A las excentricidades a las que nos tienes acostumbrados los japoneses hay que añadir una más. Aunque el tema no es nuevo, parece que se ha vuelto a poner de moda comprar braguitas usadas.
La prenda interior viene sellada en una bolsa de plástico transparente con una foto de la supuesta propietaria. Los comerciantes aseguran que sólo compran las bragas que se quitan delante de ellos, luego le piden una foto posando y listo.
Si alguien va a ir a Tokyo y está interesado en hacerse con un ejemplar (unos 30€), aquí tienen esta completa guía para llegar donde los venden.
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